Hoy, cuando arrecian los ataques contra Jesucristo, contra su
Iglesia y contra la Santa Cruz; hoy, cuando se escuchan los más feroces
insultos contra la gesta de España en América, su Conquista y Evangelización;
hoy, cuando se alzan voces que claman por una incomprensible e injustificada
venganza contra España y la Iglesia, hoy, más que nunca, elevamos en lo alto el
victorioso y ensangrentado estandarte de la Santa Cruz, el estandarte en el
cual triunfó para siempre el Cordero de los cielos, Cristo Jesús, el estandarte
que enarbolaron los españoles al llegar a estas tierras.
Hoy,
más que nunca, damos gracias a Dios Trino por haber enviado a María Santísima,
antes de su Asunción y transportada por ángeles a Zaragoza para consolar al
Apóstol Santiago, dejándole el Pilar, como símbolo de la fe de España y por lo
tanto, símbolo también de la fe inquebrantable de la España de Ultramar, la
América Hispana -nosotros, los hispanoamericanos- y porque Santiago, así confortado
por Nuestra Señora del Pilar, evangelizó España y España nos evangelizó a
nosotros.
Hoy,
más que nunca, nos postramos en adoración, ante el sagrario y el altar
eucarístico, dando gracias a Dios Trino por la empresa heroica de España, por
sus misioneros, por sus conquistadores, por sus santos y héroes, porque
trajeron de España a este suelo americano su lengua, su cultura, su sangre, su
vida, pero sobre todo, nos trajeron la Santa Fe Católica, la Fe en Jesucristo,
el Hombre-Dios, nacido de María la Virgen por obra del Espíritu Santo, que
murió en la cruz por nuestra salvación y que resucitó, que reina glorioso en la
Eucaristía y que vendrá al fin de los tiempos, como Justo Juez, para juzgar a
vivos y muertos.
Hoy,
más que nunca, damos gracias a la Trinidad por los grandes santos españoles,
los conocidos y los anónimos, entre ellos, muchos de los que vinieron a estas
tierras en frágiles embarcaciones de madera, trayendo la Santa Fe de Nuestro
Señor Jesucristo, realizando así la más grandiosa gesta conocida por nación
alguna en la tierra, la Conquista y Evangelización del Continente Americano,
hazaña mediante la cual conquistaron almas para Cristo y su Reino.
Hoy,
más que nunca, damos gracias a Dios Trino, porque por la gesta evangelizadora
de España, hablamos el idioma más hermoso del mundo y profesamos la fe más
hermosa del mundo, la fe católica: gracias a España, hablamos en español y
rezamos a Jesucristo, el Hombre-Dios.
Hoy,
más que nunca, nos declaramos orgullosos y agradecidos hijos de nuestra Madre
Patria España y de nuestra Madre, la Iglesia Católica.
Hoy,
más que nunca, nos declaramos orgullosos y agradecidos de ser hispanos y
católicos.
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