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jueves, 26 de noviembre de 2020

La Medalla Milagrosa de la Inmaculada Concepción, su significado y la gracia que debemos pedir

 



Breve historia de las apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré[1].

La primera aparición.

La historia de la Medalla Milagrosa comienza la noche entre el 18 y 19 de julio de 1830: el ángel de la guarda despertó a santa Catalina Labouré –que era novicia en la comunidad de las Hijas de la Caridad en París- y le dijo que fuera a la capilla. Allí, Catalina pudo contemplar a la Virgen María y conversó con ella por largo tiempo; durante la conversación María le dijo: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.

La segunda aparición.

La segunda aparición ocurrió la noche del 27 de noviembre de 1830. Catalina vio a María parada en lo que parecía ser la mitad de un globo y sosteniendo una esfera dorada en sus manos como si estuviera ofreciéndola al cielo. Nuestra Señora le explicó que la esfera representaba a todo el mundo, pero especialmente a Francia. En sus dedos, la Virgen tenía numerosos anillos, de los cuales salían muchos rayos de luz, los cuales, según la explicación de la misma Virgen, simbolizaban las gracias que ella obtiene para aquellos que las pidan. Sin embargo, algunas de las joyas en los anillos estaban apagadas, no emitían luz y esto significaba, según la Virgen, que eran gracias que estaban disponibles para las almas, pero que nadie las pedía.

La tercera aparición y la visión de la Medalla Milagrosa.

En la tercera aparición, Santa Catalina vio a la Virgen de la misma manera, pero ahora se agregaba una inscripción que decía: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”. Entonces María dijo a Catalina: “Haz acuñar una medalla según este modelo. Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”.

¿Cuál es el significado de la Medalla Milagrosa?

El significado de la parte frontal de la Medalla Milagrosa es el siguiente: María está de pie sobre un globo, aplastando la cabeza de una serpiente bajo sus pies: el globo simboliza el planeta tierra y el universo; el hecho de que Ella esté de pie sobre él, significa que la Virgen es Reina de cielos y tierra; la serpiente, a la cual la Virgen le aplasta la cabeza, es el Demonio, Satanás, el Ángel caído, llamado también Serpiente Antigua: significa que la Virgen, que es hecha partícipe del poder omnipotente de Dios, es la Mujer del Génesis, que “aplasta la cabeza de la serpiente” (cfr. Gn 3, 15). A su vez, la inscripción “Oh María, sin pecado concebida”,  hace referencia al dogma de la Inmaculada Concepción de María, el cual fue proclamado años más tarde, en 1854.

El significado del reverso de la Medalla Milagrosa es el siguiente: en el reverso hay doce estrellas que rodean una “M” grande, de la que surge  a su vez una cruz; hacia abajo, hay dos corazones con llamas surgiendo de ellos, un corazón está rodeado de espinas y el otro perforado por una espada. Las doce estrellas se refieren a los Apóstoles, que representan la Iglesia entera en torno a María. También nos recuerdan la visión descripta en Apocalipsis 12, 1, en donde se dice lo siguiente: “un gran signo apareció en el cielo, una mujer vestida con el sol, y la luna bajo sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas”. La Mujer vestida de sol es la Virgen y la corona de doce estrellas son los Apóstoles y la Iglesia entera. La cruz simboliza a Cristo y nuestra redención, con la barra bajo la cruz simbolizando la tierra. La “M” representa a María, y su inicial entrelazada con la cruz demuestra la estrecha participación de María con Jesús en la obra de la redención, por lo cual la Virgen puede y debe ser llamada “Corredentora”. Por último, los dos corazones representan a los Sagrados Corazones de Jesús y María y el amor –simbolizado en el fuego- que Jesús y María tienen para con nosotros.

La gracia que debemos pedir a la Medalla Milagrosa.

Habiendo conocido la historia de la Medalla Milagrosa y sabiendo cuántos dones, milagros y gracias ha concedido y concede todavía, debemos tener confianza en la Virgen como Mediadora de todas las gracias y llevar la Medalla Milagrosa alrededor del cuello. Además, debemos estar confiados en que la Virgen nos concederá las gracias que le pedimos, si están en conformidad con la Voluntad de Dios. ¿Qué gracia pedirle a la Virgen? Tal vez tengamos una larga lista de gracias para pedirle a la Virgen, seguros de que nos las conseguirá, por ser la Mediadora de todas las gracias, pero hay una, en particular, que debemos pedir en primer lugar, y es la más importante de todas: la gracia de la conversión a Jesucristo, Nuestro Dios y Redentor, Nuestro Dios y Salvador, Presente en la Sagrada Eucaristía en Persona, con su Cuerpo, Sangre Alma y Divinidad. La primera gracia que le debemos pedir a la Virgen, para nosotros y para nuestros seres queridos, es la gracia de la conversión eucarística. Y todo lo demás “se dará por añadidura” (Mt 6, 33).

 

martes, 7 de febrero de 2017

Nombre, Origen y Finalidad de la Legión de María


         Para entender el porqué del nombre “Legión de María”, es necesario recurrir a las Sagradas Escrituras, en su primer libro, el Génesis, en donde se revela el pecado original, cometido por los primeros padres, Adán y Eva, porque su caída afectó y afectará a la humanidad hasta el fin de los tiempos[1]. En el relato del Génesis, además del pecado original, se establece una división entre “los hijos de la Mujer” –que es la Virgen- y los “hijos de la serpiente”, quedando así conformados dos ejércitos, ante todo desde el punto de vista espiritual, que lucharán entre sí hasta el fin de los tiempos. El resultado de esta batalla final será la derrota absoluta, completa, total y definitiva de la Serpiente Antigua, al ser aplastada su orgullosa cabeza por el pie de la Virgen.
         Es en este marco histórico-teológico que se enmarca la Legión de María que, como su nombre lo indica, forma parte del Ejército Mariano, el ejército de la Virgen, que es su Generala y Conductora celestial. Esto es lo que se desprende del primer párrafo del Capítulo I del Manual del Legionario, cuando trata del nombre y origen de la Legión: “La Legión de María es una asociación de católicos que, con la aprobación eclesiástica, han formado una Legión para servir a la Iglesia en su perpetua lucha contra el mundo y sus fuerzas nefastas, acaudillados por Aquella que es bella como la luna, brillante como el sol y –para el Maligno y sus secuaces- terrible como un ejército formado en orden de batalla: María Inmaculada, Medianera de todas las gracias”[2].
         La Legión de María es entonces un grupo de bautizados católicos que combate contra otra legión –en el Evangelio los demonios se denominan a sí mismos: “Legión”-, las fuerzas del Infierno, formada por los ángeles caídos, asociados con los hombres que se niegan a reconocer la soberanía y majestad de Dios Trino y por lo tanto no solo no lo sirven, sino que lo combaten. Entonces, desde el nombre, la Legión de María tiene ya establecido su objetivo, que es el combatir en el Ejército Mariano –con las armas espirituales de la fe y la oración-, bajo las órdenes de la Celestial Capitana, María Santísima, contra el Adversario de Dios y los hombres, Satanás. Se trata de una tarea eminentemente espiritual, por lo que un legionario que no viva la espiritualidad mariana, pierde su razón de ser y, si persiste en su acedia, termina combatiendo en el ejército del Adversario.
         Según narra el Manual, la Legión y los legionarios fueron llamados al combate espiritual por la Celestial Capitana, ya desde la primera reunión: “La mesa tenía puesto un altarcito cuyo centro era una estatua de la Inmaculada (de la Medalla Milagrosa), sobre un lienzo blanco, entre dos floreros y dos candeleros, con las velas encendidas. Así quedó cristalizado todo lo que representa la Legión de María. La Legión es un ejército: pues bien, allí estaba la Reina antes de reunirse ellos; estaba esperando el alistamiento de aquellos que Ella ya sabía iban a venir. Ella fue quien los acogió y no al revés y, desde entonces, ellos se han puesto en marcha y luchan a su lado, sabiendo que el salir triunfantes y el perseverar guarda un ritmo exacto a su unión con Ella” (es decir, depende de su unión con Ella)[3].
         En cuanto a su finalidad, el Manual afirma que “tiene como fin la gloria de Dios por medio de la santificación personal de sus propios miembros mediante la oración y la colaboración activa –bajo la dirección de la jerarquía- a la obra de la Iglesia y de María: aplastar la cabeza de la serpiente infernal y ensanchar las fronteras del reinado de Cristo”[4].



[1] GS, 13.
[2] Cfr. Manual del Legionario, Cap. I,1.
[3] Cfr. ibidem. Continúa el Manual: “El primer alistamiento de legionarios de María se hizo en Myra House, Francis Street, Dublín, Irlanda, a las ocho de la noche del 7 de septiembre de 1921, víspera de la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora.
[4] Cfr. Manual, Cap. II.

sábado, 7 de marzo de 2015

La Inmaculada Concepción aplasta la cabeza de la Serpiente



         En la estampa de la Legión de María, se observa que la Virgen se encuentra de pie, sobre el mundo, aplastando la cabeza de una serpiente. La advocación de la Virgen es la de la Inmaculada Concepción; el mundo, significa el mundo que se encuentra bajo el dominio de Satanás; la Serpiente, no es el animal, sino el Ángel caído, Satanás, la Serpiente Antigua, el Demonio. La imagen es muy significativa de realidades sobrenaturales para el cristiano: la Inmaculada Concepción es la Virgen, concebida sin mancha de pecado original e inhabitada por el Espíritu Santo, para ser la Madre de Dios, porque no podía estar contaminada por la malicia del pecado original, Aquella que debía ser la Madre de Dios Hijo; a su vez, la Virgen, siendo una Mujer, y solo una Mujer, aplasta, con su delicado pie femenino, la cabeza del poderoso Dragón infernal, y con él, a todo el infierno, sin que el Dragón infernal pueda ejercer la más mínima resistencia; para el Dragón del infierno, el delicado pie femenino de la Virgen, posee un peso más grande que el de miles de millones de toneladas, porque Dios mismo le ha participado de su poder divino a la Virgen, y es así que la Virgen aplasta al Demonio con el poder mismo de Dios. Es por esto que el Demonio se siente aterrorizado frente al solo nombre de María Santísima, porque el solo nombre de María Santísima, le significa al Demonio, el peso de la Justicia Divina, y es por eso que al nombre de la Virgen, el Demonio, el infierno, y el mundo a él sometido, tiemblan espantados y huyen aterrorizados. Éste es el significado de la Virgen, como Inmaculada Concepción, que se encuentra de pie, aplastando la cabeza de la Serpiente Antigua, cumpliendo la profecía del Génesis: “Tú le acecharás el calcañar, y Ella te aplastará la cabeza” (Gn 3, 15).