Una vez se escuchó en el cielo el
siguiente diálogo entre las Personas de la Santísima Trinidad. Decía Dios
Padre: "He decidido crear una creatura para que sea mi Hija, y esta
creatura que será mi Hija será tan hermosa, que los ángeles del cielo, los más
hermosos entre todos, palidecerán ante su presencia; la belleza de esta hija
mía será tanta y tan grande, que la revestiré de sol, le pondré la luna bajo
sus pies, y la coronaré de estrellas, para indicar que al tiempo que es mi Hija
predilecta, es también la Reina del universo; dotaré a esta Hija mía predilecta
de tanta hermosura, gracia, candor, y de innumerables dotes y cualidades, como
de poder, y su poder será el mío propio, y será tanto su poder y su fuerza
imbatible, que será llamada "Temible como ejército formado en
batalla", y ante su solo nombre temblarán las potestades del infierno, y será
tan grande su poder con la que la dotaré, que con su solo piececito de
doncella, que aunque la Serpiente Antigua logre morderle su calcañal, mi Hija
le aplastará su soberbia cabeza con tanta fuerza, que le parecerá a este Dragón
del abismo, que soy Yo mismo, Dios Padre, quien pisa su cráneo contumaz; dotaré
a esta Hija mía de tanto poder, que cuando los hombres invoquen su nombre con
la Corona de Rosas pidiendo su intercesión, tendrá tanto poder ante Nosotros,
que será llamada "Omnipotencia Suplicante", porque todo lo que Ella
pida ante nuestra Majestad Trinitaria, le será concedido, en vistas de su
hermosura, candor y gracia. Esta creatura, llena de mi gracia y de mi poder,
será mi Hija predilecta.
Luego de escucharse la voz de Dios
Padre, que conmovió los cimientos de los cielos, habló Dios Hijo, y esto decía:
"Yo contribuiré a tu creación, Padre amado, y haré que esta creatura que
es tu Hija, sea al mismo tiempo mi Madre Virgen, porque Yo, que procedo de tu
seno de Amor desde la eternidad, deseo encarnarme y nacer entre los hombres
para salvarlos, pero para que Yo pueda encarnarme y nacer entre los hombres
para ofrendar mi Cuerpo en la Cruz, necesito un seno materno virgen de purísimo
Amor, y este será el seno de tu Hija, que será al mismo tiempo mi Madre Virgen;
esta creatura asombrará a los ángeles y a los santos, porque al tiempo que
permanecerá Virgen antes, durante y después del parto, será mi Madre, y será
llamada "Madre de Dios", porque el Hijo que dará a luz en Belén, Casa
de Pan, seré Yo, Jesús, el Hijo eterno del Padre, que nacerá en el tiempo de la
Virgen Madre, para donar mi Cuerpo humano, tejido en el vientre materno de esta
Admirable Madre mía, como Pan de Vida eterna para la salvación del mundo; esta
creatura Maravillosa, que será mi Madre Virgen, será llamada "Diamante de
los cielos" y "Roca luminosa que irradia la luz eterna", porque
al igual que el diamante, que atrapa la luz en su seno para luego irradiarla,
quedando intacto antes, durante y después de la emisión de la luz, así mi Madre
Amantísima, me recibirá en su seno virginal a Mí, que soy la Luz Eterna e
Increada que procede eternamente de Ti, Dios Padre, también Luz Eterna e
Increada, y luego de recibirme en su amoroso seno materno, me revestirá de su
carne y de su sangre, como hace toda madre con su hijo, y me dará a luz llegada
la plenitud de los tiempos, convirtiéndose en Mi Madre amorosa y permaneciendo
al mismo tiempo Virgen, y por este prodigio admirabilísimo, que no se vio ni
volverá a verse nunca más, ni en el cielo ni en la tierra, será llamada, con asombro,
por los ángeles y santos por los siglos sin fin, "Madre de Dios y Virgen
Admirable". Esta creatura, que me amará con su mente y su Corazón
Purísimos con el Amor trinitario, y me concebirá en su vientre virginal por
este Amor, será mi Madre".
Cuando terminaron de hablar Dios Padre
y Dios Hijo, dijo Dios Espíritu Santo: "Esta admirable creatura, que será
llamada "Hija de Dios Padre" y "Madre de Dios Hijo", será
mi Esposa amantísima, y será llamada "Esposa de Dios Espíritu Santo".
La dotaré de un Amor tan puro y excelso, que no habrá nada que no ame por Dios
y en Dios, y Dios será su único y purísimo Amor, y cada suspiro suyo y cada respiración
suya será un suspiro una respiración de amor por Dios, y su Corazón Inmaculado
estará tan lleno de este purísimo Amor de Dios, que todo aquel que escuche sus
latidos, escuchará sólo el Amor de la Trinidad, y a todo aquel a quien esta
creatura hable, le hablará sólo del Amor de Dios y nada más que del Amor de
Dios; su Mente Impecable, emitirá sólo los pensamientos del Pensamiento divino,
que son pensamientos de Amor; su Corazón Inmaculado, latirá sólo con el ritmo
del Amor divino; su Cuerpo Inmaculado, alojará sólo y exclusivamente al Amor de
Dios encarnado, Cristo Jesús, y así esta creatura Espléndida, para cuya
hermosura no hay palabras en el lenguaje humano que puedan ni siquiera
mínimamente describirla, será llamada "Sagrario viviente del Amor
divino" y "Tabernáculo Purísimo del Amor de Dios". Esta
creatura, así tan llena de Mí, Espíritu Santo, que con su Amor y Pureza sin Par
y con su Candor inigualable, enamorará a quien la contemple, será mi Esposa Purísima
y Amantísima".
Y entonces, habiendo terminado de
hablar Dios Espíritu Santo, las Tres Santísimas Personas de la Trinidad dijeron
al unísono: "Su nombre será María".
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