Cuenta la historia de este icono que, a mediados del siglo XVIII, en Rusia, en un pueblo llamado Bor, vivía un parroquiano llamado Fedot Obukhov, el cual recorría pueblos cercanos comprando semillas de cáñamo. Sucedió que un día de invierno, durante una gran tormenta de nieve, debido a la intensidad de la nevada, se extravió en el sendero de regreso a su casa, deteniéndose en un barranco imposible de franquear.
Debido a que la temperatura era muy baja, el campesino comenzó a sentir cómo su cuerpo, poco a poco, comenzaba a congelarse. Sintiéndose en peligro de muerte, debido a que había extraviado el camino y la tormenta de nieve arreciaba, rezó una oración a
De haber continuado así, Fedot habría muerto con toda seguridad, debido al frío y a la nieve, pero
Un campesino de un pueblo cercano, amigo de Fedot, estaba en su casa cuando escuchó una voz que le dijo: “Tómalo”; salió a la calle, y vio a un caballo que arrastraba un trineo, con su amigo en él ya casi congelado. Inmediatamente lo cargó sobre sus hombros, y lo introdujo en su casa. Habiéndose recuperado, el campesino Fedot cumplió su promesa, e hizo la copia del icono “En busca de los perdidos”, y lo donó a su iglesia parroquial, en el pueblo de Bor. Desde entonces, el icono ha cobrado fama por los innumerables milagros atribuidos a él.
¿Cómo podemos rezar con este icono? Teniendo en cuenta el milagro, y la simbología que se expresa a través de él.
El peregrino perdido es una figura del bautizado que se extravía en el mundo y en el pecado. Sin la luz de la gracia, el alma pierde el rumbo y se extravía por caminos oscuros y desconocidos. El frío que casi le provoca la muerte es una figura del frío del corazón que no ama a Dios. El Amor de Dios es fuego divino, y quien no lo ama, tiene su corazón helado como el hielo, y ese estado espiritual es el que conduce a la muerte, tal como le pasó al campesino Fedot, que casi muere congelado. En este caso, el frío, que es lo opuesto al calor, representaría al estado espiritual en donde no hay amor de Dios. Pero algo que nos muestra el icono y su milagro es que no todo está perdido para el pecador, ya que siempre queda una esperanza: recurrir a
Es esto lo que vemos en la historia milagrosa del campesino Fedot: estaba ya a punto de morir congelado, pero se acuerda de
Por otra parte, el amigo de Fedot, que es quien lo socorre, representa a otro bautizado, ya que es amigo del campesino, y con esto se quiere significar que
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