sábado, 8 de septiembre de 2018

Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María



         ¿Por qué la Iglesia celebra una fiesta (litúrgica) en el día del nacimiento de la Virgen? Porque para la Iglesia –y, por extensión, para la humanidad toda- la Virgen es la creatura más excelsa jamás creada por Dios. Después de su Hijo Jesucristo, que es Dios Hijo encarnado y por lo tanto, la Santidad Increada en sí misma, le sigue en santidad la Santísima Virgen María. La Virgen supera en santidad a los ángeles más poderosos y a los santos más santos, cuanto el cielo supera a la tierra en altura, y más todavía, porque la Virgen no solo fue concebida sin la mancha del pecado original, sino que fue concebida Inhabitada por el Espíritu Santo y por eso su Corazón es un Corazón Inmaculado y por eso Ella es llamada también la Inmaculada Concepción. No hubo antes ni habrá después una creatura tan excelsa y tan majestuosa como la Virgen, porque Ella fue creada así, sin mancha de pecado y Llena del Espíritu Santo, porque estaba destinada a ser la Madre de Dios. Debido a que Dios es Tres Veces Santo y es la Santidad Increada, llegado el momento en el que la Segunda Persona debía encarnarse para salvar a la humanidad, no podía encarnarse en ninguna creatura humana, puesto que todas, desde Adán y Eva, estaban manchadas por el pecado original. Por este motivo, Dios Trino decidió, desde toda la eternidad, crear para sí mismo una creatura que fuera exclusiva para Él; una creatura en la que Él pudiera gozarse y alegrarse; una creatura tan llena de gracia y tan pura, que mereciera ser Hija predilecta de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo. Ahora bien, la Iglesia se alegra porque esta creatura tan excelsa, la Virgen María, no solo estaba destinada a ser la Madre de Dios, sino también la Madre de la Iglesia –nacida del Costado traspasado de Jesús en el Calvario- y la Madre del Cuerpo Místico de Jesús, es decir, la Madre adoptiva y espiritual de los hijos de Dios, los hijos nacidos a la vida de la gracia por medio del Bautismo. La Virgen es Madre de la Iglesia porque dio a luz virginalmente en Belén a la Cabeza de la Iglesia, Jesucristo, y porque dio a luz, también virginal y milagrosamente, al Cuerpo Místico de la Iglesia, los bautizados, en el Calvario. Y esta Madre amorosa, que participó místicamente de la Pasión de su Hijo y por eso mereció la corona de la gloria al ser Asunta en cuerpo y alma a los cielos, nos acompaña también a nosotros por el Via Crucis que es esta vida terrena, haciéndonos participar de la Pasión de su Hijo por el amor, la gracia y la fe, de manera tal que, al término de nuestra vida terrena, seamos considerados merecedores de la gloria divina y así adorar al Cordero, junto con Ella, por toda la eternidad. Por todos estos motivos, la Iglesia celebra y exulta de gozo en la Natividad de la Virgen María.

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