martes, 30 de mayo de 2023

María y el Cuerpo Místico

 



         ¿Qué relación hay entre la Virgen y el Cuerpo Místico de Jesús, es decir, su Iglesia, los bautizados?

         Es la misma relación que existe entre una madre amorosa y su hijo pequeño: así como la Virgen alimentó, cuidó y prodigó amor al cuerpo físico de su divino Hijo, cuando éste era pequeño, así los continúa ejerciendo ahora en favor de todos y cada uno de los miembros del Cuerpo Místico de Jesús, es decir, los bautizados en la Iglesia Católica. Cuando un miembro del Cuerpo Místico asiste a otro, lo hace en el espíritu de María, mediante la intervención de María, aun cuando no sean conscientes de esto. Es más correcto decir que es la Virgen quien se sirve de los legionarios, para asistir a otros, y no que son los legionarios los que son asistidos por María. Todos los cristianos deben recordar cómo la Virgen asistió a su Hijo y cómo su Hijo amaba y estaba sujeto a la Virgen (Lc 2, 51).

         El ejemplo de caridad de la Virgen, para con su Hijo y para con sus hijos adoptivos, obliga a todos los miembros de su Cuerpo Místico a hacer lo mismo, según el Mandamiento: “Honrarás a tu Madre” (Éx 20, 12). Esto quiere decir que es mandato divino el amar a la Virgen como a nuestra Madre del cielo.

         El Manual del Legionario nos recuerda que “el oficio propio de los legionarios dentro del Cuerpo Místico es guiar, consolar y enseñar a los demás”. Pero, dice también el Manual, los legionarios no cumplirán debidamente este oficio si no se identifican con la doctrina del Cuerpo Místico, es decir, ver a todos los bautizados como miembros de Cristo.

         Todo lo que la Iglesia realiza, no lo hace por sí misma, sino por Cristo: la unidad de la Iglesia, su autoridad, su desarrollo, sus padecimientos, sus portentos y sus triunfos, su poder de conferir la gracia -a través de los sacramentos-, todo lo hace la Iglesia por Cristo, en Cristo y para Cristo. La Iglesia reproduce la vida de Cristo en todas sus fases.

         Por orden de la Cabeza, que es Cristo, cada miembro está llamado a desempeñar un determinado oficio dentro del Cuerpo Místico. En la Constitución Lumen Gentium se lee: “Cristo comunica su Espíritu a su propio Cuerpo, en quien hay diversidad de funciones y de miembros. El Espíritu del Señor proporciona un sinfín de carismas, que invitan a las almas a asumir diferentes ministerios y formas de servicio a Dios”. Los legionarios, como realizan su apostolado en unión con María, se les llama a ser uno con Ella en su papel vital, como el corazón del Cuerpo Místico. A esto estamos llamados los legionarios, a obrar la misericordia en unión con María, para María y por María.

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