sábado, 6 de octubre de 2018

Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás: el Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo



En un mensaje, la vidente tiene una visión sobre la Santísima  y el Rosario: “Veo una enorme corona de  Rosarios blancos. Veo a la Santísima Virgen y me dice: Ves esta corona, porque esto es lo que deseo que hagáis, una verdadera corona de rosarios. Oración, hija mía, oración, ¡cuántas bocas permanecen aún calladas!, sin conocer siquiera una oración que los acerque al Señor. El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi corazón. Gloria al Señor, por la Luz que da al mundo” [1].
“Deseo que hagáis una verdadera corona de Rosarios”: la Virgen quiere que recemos, no uno, sino muchos Rosarios. El Rosario es una corona de rosas espirituales que le damos a la Virgen: Ella quiere muchas coronas de rosas espirituales y para eso tenemos que rezar muchos Rosarios.
“Oración, hija mía, oración, ¡cuántas bocas permanecen aún calladas!”: la Virgen insiste con la oración, porque la oración es al alma lo que la respiración y la alimentación al cuerpo. Así como el cuerpo no puede vivir sin respirar y sin alimentarse, así el alma no puede vivir sin la oración. Y sin embargo, dice la Virgen que “muchas bocas permanecen calladas” y esto es así, porque muchos hablan de cosas mundanas, todo el tiempo –economía, política, fútbol, espectáculos-, pero son muy pocos los que abren la boca para rezar, para dirigir sus mentes y sus corazones a Dios Nuestro Señor. Lo que importa en esta vida es salvar el alma y son muchas las almas que están mudas frente a las cosas de Dios, pero hablan permanentemente de las cosas del mundo. Hay que hacer al revés: hablar menos de las cosas del mundo y hablar más con Dios y con Dios se habla por medio de la oración y dentro de las oraciones, la más apreciada por la Virgen es el Rosario. La Virgen dice que muchos no conocen ni siquiera “una oración que los acerque al Señor” y esto sucede porque están atrapados por el engaño de este mundo, que los lleva a despreciar las cosas del Cielo y a pensar solo en esta tierra y este mundo, y esta tierra y este mundo pasan pronto y luego viene el Juicio Particular y la vida eterna, el Cielo o el Infierno, y es para prepararnos para ese Juicio Particular, que tenemos necesidad de orar sin descanso.
“El Santo Rosario es el arma que más teme el enemigo”: el Demonio tiembla ante el Santo Rosario, porque con él invocamos la presencia y la protección de la Santísima Virgen, a la cual Dios le ha dado el poder de aplastarle la cabeza. Si el Demonio ha tomado posesión de la gran mayoría de niños y jóvenes en nuestros días, es porque no hay nadie o casi nadie que rece el Santo Rosario, dejándole libre el campo de acción y permitiendo que coseche almas de niños y jóvenes todos los días.
“Es el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi Corazón”: por el Santo Rosario, la Virgen nos concede las gracias que necesitamos para que nuestros pesares y nuestras tribulaciones sean aliviadas y sin embargo, ¡cuán pocos son los que rezan el Rosario! Y cuando enfrentan una dificultad, en vez de acudir a Dios, acuden a los magos, a los brujos, a los hechiceros, a los enemigos de Dios y las almas, que solo dolor y pesar les provocarán, en vez de acudir a Dios por medio del Santo Rosario y así obtener alivio.
“Gloria al Señor, por la Luz que da al mundo”: los mensajes de la Virgen son haces de luz celestial que iluminan este mundo sumergido en “tinieblas y sombras de muerte”. Pero está en cada uno seguir ese rayo de luz o bien quedarse sumergido en las tinieblas. En nuestros días, la gran mayoría prefiere quedarse en medio de las tinieblas, porque no rezan el Rosario y quienes esto hacen, lo lamentarán cuando ya sea demasiado tarde.



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