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viernes, 27 de noviembre de 2015

Los significados de la Medalla Milagrosa


Cuando la Madre de Dios se le apareció a Santa Catalina Labouré, le pidió que hiciera acuñar una medalla según lo que veía en el momento de la aparición. Esto quiere decir que el diseño de la Medalla Milagrosa no es una ocurrencia de la santa ni un invento de ser humano alguno: el diseño de la Medalla Milagrosa es de exclusiva autoría de Dios Trino, que la dio a conocer a través de la Virgen. Esto es lo que la hace tan especial a esta medalla y es lo que le proporciona su valor sobrenatural. Teniendo en cuenta esta observación, nos referiremos al mensaje espiritual de la Medalla Milagrosa, contenido en los símbolos que aparecen[1].
         1. Triunfo sobre Satanás: En el anverso de la Medalla Milagrosa aparece la Virgen sobre el mundo y aplastando con los pies la cabeza de la serpiente, lo cual indica que la Virgen es la Mujer del Génesis que “aplasta la cabeza de la serpiente” (cfr. Gn 1, ). La Virgen posee este poder, debido a que es Dios Trino quien la hace partícipe de su omnipotencia. Quien lleva la Medalla, es protegido por la Virgen de las acechanzas del Demonio.
2. Evoca el Apocalipsis: la Virgen es también la “Mujer revestida de sol” descripta en el Apocalipsis, y esto está significado por las doce estrellas dispuestas a modo de corona sobre cabeza de María. El revestimiento de sol de sol significa en la Virgen su condición de ser la Llena de gracia y de estar inhabitada por el Espíritu Santo desde su Concepción Inmaculada. Los hijos de la Virgen, como su Madre, están llamados también a vivir en gracia y a estar inhabitados por el Espíritu Santo, y la Medalla, además de ser un recordatorio de este llamado, es un sacramental que dispone al alma para recibir la gracia.
3. Rayos de gracias: En la Medalla, la Virgen aparece con las manos extendidas, con los rayos saliendo de sus manos, como representación de las gracias que Ella concede a quien se lo pide con fe y con amor. La Virgen es Mediadora de todas las gracias y esto quiere decir que no hay ninguna gracia, por pequeña o grande que sea, que no pase a través de María, por lo que hay que recurrir a la Virgen para que Ella interceda por nosotros ante su Hijo Jesús. Según se lo reveló la misma Virgen a Santa Catalina Labouré, muchos cristianos no piden gracias de ningún tipo, por lo que la Virgen, Administradora de este inmenso tesoro espiritual que pertenece a su Hijo Jesús, no puede concederles nada. Quien lleva puesta la Medalla Milagrosa, recibirá sin duda alguna toda gracia que le pida a la Virgen, aunque el tiempo en el que será concedida, sólo lo sabe Dios.
4. Signo de la Inmaculada: la inscripción que rodea a la Medalla “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos”, revela tanto el dogma de María como Inmaculada Concepción, como su condición de Intercesora ante Dios Trino. Llevar la Medalla de la Virgen significa reconocer a la Virgen como Inmaculada Concepción y como Omnipotencia su plicante.
5. La realeza de María: la Virgen es Reina del cielo y de la tierra, porque participa de la realeza de su Hijo Jesús, Rey del cielo y de la tierra. Esta condición real de María está representada en el globo terráqueo sobre el cual está parada la Virgen. Los devotos de la Medalla Milagrosa, al igual que su Madre celestial, están llamados a formar parte, como súbditos y como herederos, del Reino de los cielos, en donde reinan Jesús y María.
6. Madre del crucificado: la condición de María como Madre de Dios crucificado, está representada en la letra “M”; en la cruz, misterio de la redención y en la barra que la sostiene, que es la letra “Yota” o “I” del alfabeto griego, monograma del nombre “Jesús”. La Virgen es también Madre de los bautizados, por lo que el hecho de portar la Medalla Milagrosa es un recuerdo permanente, para el cristiano, de que la Virgen es Madre de Dios y Madre de los bautizados.
7. Los Sagrados Corazones de Jesús y María: nos recuerdan varios hechos sobrenaturales: están dispuestos uno al lado del otro porque significa que ambos están unidos por el Amor de Dios, el Espíritu Santo, por lo que llevar la Medalla de la Virgen es estar, al mismo tiempo, consagrado al Sagrado Corazón de Jesús; al estar ambos corazones rodeados de espinas, recuerdan al cristiano que lleva la Medalla que esas espinas son la materialización de los pecados de los hombres, lo cual constituye un motivo para alejarse de las ocasiones de pecado; el Sagrado Corazón de Jesús está perforado por la lanza y de él brotan Sangre y Agua, símbolos de la gracia santificante que se derrama sobre el alma por los sacramentos: llevar la Medalla quiere decir estar dispuestos a recibir la gracia santificante que nos viene por los sacramentos, principalmente, el Sacramento de la Penitencia y la Eucaristía; el Inmaculado Corazón de María está atravesado por una espada, hecho que fue profetizado por Simeón: “Una espada de dolor atravesará tu Corazón”: esa “espada de dolor” es la Pasión de Jesús, sufrida por nuestra salvación, por lo que la Medalla es un recordatorio del dolor provocado a los Sagrados Corazones por nuestros pecados, para que así nos decidamos a vivir en gracia; por último, ambos corazones están envueltos en las llamas de Divino Amor, el Espíritu Santo, y así el que lleva la Medalla desea ser incendiado por este fuego, que es el que vino a traer Jesús a la tierra “He venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo quisiera ya verlo ardiendo!” (Lc 12, 49).



[1] Cfr. https://www.aciprensa.com/noticias/sepa-cual-es-el-significado-de-la-medalla-milagrosa-86220/

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