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martes, 5 de octubre de 2010

El significado del Santo Rosario


En el Mes de María, rezamos el Rosario en la iglesia, como parte central de los homenajes tributados a María. Para que esta oración del Rosario no se convierta en algo rutinario o mecánico, sino que sea para nosotros algo vital, lleno de vida y de significado, podemos preguntarnos qué es lo que sucede cuando rezamos el Rosario, o también podemos preguntarnos qué implica rezar el Rosario, o cuál es la idea que tenemos acerca del mismo.

Por lo general, rezamos el Rosario devotamente, con piedad, y tenemos la lejana idea de que el Rosario es un modo de agradar a nuestra Madre del cielo, María. También creemos que se trata de una oración en la cual podemos pedir a Dios por nuestras intenciones y, de hecho, al iniciar el Rosario, y también al finalizar, enunciamos las intenciones por las cuales rezamos el Rosario. Otra idea acerca del Rosario es la de “corona de rosas”: el Rosario representaría una corona de rosas, nuestras oraciones, que damos a María en homenaje por ser nuestra Madre del cielo. Además, solemos acompañar al Rosario con cantos y con una ofrenda floral.

Esto es lo que sabemos acerca del Rosario y es lo que hacemos cuando lo rezamos, y es lo que queremos expresar cuando rezamos el Rosario: nuestro amor y nuestro cariño filial a María nuestra Madre.

Sabiendo todo esto acerca del Rosario, podemos preguntarnos: ¿hay algo más en el rezo del Rosario, que el ser una corona de rosas para la Virgen María? ¿Hay algo más en el rezo del Rosario, que ser una oración especial por la cual podemos pedir a María lo que necesitamos? ¿El Rosario es sólo un modo –especial, devoto, piadoso, pero nada más que eso- de homenajear a María, como hijos suyos?

El Rosario es todo esto que hemos dicho, pero no podemos quedarnos en la simple consideración del Rosario como una oración hecha para agradar a María o para pedir por nuestras intenciones.

El Rosario implica un misterio mucho más grande, y esconde aspectos insospechados para quien lo reza.

El Rosario es sí una oración para agradar a María; es sí una oración por medio de la cual podemos pedir y obtener lo que necesitamos, pero el Rosario es algo mucho más grande que todo esto.

El Rosario es, ante todo, un modo de contemplar, junto a María, con María, los misterios del Hombre-Dios Jesucristo. El Rosario es una oración especialísima, porque más allá de la piedad con la que podamos rezarlo, lo que lo hace especial es esta contemplación de la vida de Jesucristo. A través del Rosario desfilan, ante los ojos del alma, toda la vida de Jesucristo, y la contemplación de sus misterios conduce a la iluminación del alma con la luz de Dios. Quien reza el Rosario contempla, con María, la vida de Jesucristo, y es iluminado por la luz de Jesucristo. El Rosario es un camino de luz divina que nos conduce a la luz de Dios, Jesucristo.

Rezar el Rosario entonces no es una mera devoción ni sólo un momento para pedir por lo que necesitamos: es además que esto, y mucho más que esto, un camino de luz para contemplar, junto a María, el misterio pascual de muerte y resurrección del Cordero de Dios.

Rezar el Rosario es imprimir en el alma los misterios de Jesucristo y a Jesucristo mismo en Persona.

Quien reza el Rosario imprime, lentamente, en su alma, la figura del Hombre-Dios Jesucristo, y tiene la tarea de ser en el mundo una imagen viva del Sagrado Corazón.

1 comentario:

  1. hola me gusta lo que comenta a cerca de la virgen y me gustaria que si tienen los frutos del rosario de los misterios luminosos los publicaran.muchas gracias que Dios los bendiga

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