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viernes, 14 de julio de 2023

El Escapulario de la Virgen del Carmen

 






Origen e historia de la devoción[1].

El Escapulario de la Virgen del Carmen es un sacramental, por eso debemos recordar qué es un sacramental de la Iglesia Católica: “Según el Catecismo, los sacramentales “son signos sagrados creados según el modelo de los sacramentos, por medio de los cuales se significan efectos, sobre todo de carácter espiritual, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. “Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida. “si bien la fe de la Iglesia impregna en estos elementos comunes (agua, sal, cruces, iconos, medallas, etc.) una bendición que es eficaz en sí misma, esta solo se concreta plenamente cuando se combina con la fe personal y una vida recta y ordenada”[1]. Así, desde un inicio, vemos cómo el uso del sacramental, que tiene el poder de la bendición sacerdotal de Jesucristo, eficaz en sí misma, necesita sin embargo de la fe de quien usa el sacramental, así como una vida orientada según la Ley de Dios y los Consejos Evangélicos de Jesucristo. No basta con solo llevar el sacramental, sino que debe haber un verdadero propósito de enmienda y de vivir como cristiano, como seguidor de Cristo, como hijo adoptivo de Dios. Esto se corresponde perfectamente con el llamado a la conversión de Nuestro Señor Jesucristo, cuando envía a sus discípulos a “predicar la conversión” (Mc 6, 13) o cuando Él mismo dice: “Conviértanse porque está cerca el Reino de Dios (Mc 3, 1-12”.

En su origen, como vestidura, el escapulario era un tipo de ropa de trabajo, usada principalmente por monjes, consistente en una pieza grande de ropa por delante y por detrás, unida sobre los hombros con tiras de tela. El escapulario forma parte del hábito de diversas órdenes, incluyendo a los hermanos de Santa María del Monte Carmelo, los Carmelitas. En la Edad Media, el hábito era una parte esencial de la identidad de los miembros de las órdenes religiosas. Quitarse el hábito equivalía a dejar la Orden: la Constitución Carmelita de 1369 estipula excomunión automática para los carmelitas que cantaran misa sin el escapulario, las constituciones de 1294 y 1324 consideraban una falta seria dormir sin el escapulario. Según Hugh Clarke, de la Orden de los Carmelitas, los orígenes de la devoción al Escapulario se encuentran en los deseos de los laicos durante la Edad Media de llegar a una fuerte relación con la Orden Carmelita y su espiritualidad. Era costumbre para los laicos que pertenecían a confraternidades, órdenes terceras, etc., afiliados a órdenes religiosas, vestir algunos signos distintivos de pertenencia, frecuentemente alguna parte derivada del hábito religioso como el cordón, la capa, el hábito, o el escapulario. El pequeño escapulario marrón y la promesa de salvación de la Virgen María al portador empezó a ser promovido entre el laicado en la forma actual por Giovanni Battista Rossi, prior general de los Carmelitas 1564-1578.

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos explica el uso del escapulario en el 205 del “Directorio sobre piedad popular y la liturgia: Principios y orientaciones” (2002): ¿Qué es el escapulario del Carmen? “El escapulario del Carmen es una forma reducida del hábito religioso de la Orden de Hermanos de la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, esto quiere decir que asocia a los laicos a la vida y espiritualidad de la familia carmelitana, el escapulario conserva una especie de sintonía con la misma. “El escapulario es un signo exterior de la relación especial, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión maternal; recuerda la primacía de la vida espiritual y la necesidad de la oración.” (205) ¿Cuáles eran las condiciones necesarias para ganar el Privilegio Sabatino? [Tradición descontinuada por la Santa Sede en el año 1613]

1.     Usar el escapulario con fidelidad.

2.     Observar castidad de acuerdo al estado de vida.

3.     Rezar el oficio de la Virgen o rezar diariamente 5 décadas del rosario.

¿Cómo se impone el escapulario del Carmen?

“El escapulario se impone con un rito particular de la Iglesia, en el que se declara que ‘recuerda el propósito bautismal de revestirse de Cristo, con la ayuda de la Virgen Madre, solícita de nuestra conformación con el Verbo hecho hombre, para alabanza de la Trinidad, para que, llevando el vestido nupcial, lleguemos a la patria del cielo’.

“La imposición del escapulario del Carmen, como la de otros escapularios, ‘se debe reconducir a la seriedad de sus orígenes: no debe ser un acto más o menos improvisado, sino el momento final de una cuidadosa preparación, en la que el fiel se hace consciente de la naturaleza y de los objetivos de la asociación a la que se adhiere y de los compromisos de vida que asume’.” (205) El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice la oración: “Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que, por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna”[2].

Promesas del Escapulario.

La más antigua promesa que se sostiene sobre el escapulario asegura que aquellos que porten el escapulario, hábito carmelita, se salvarán del fuego del Infierno. Según la tradición, la Virgen María se apareció a San Simón Stock, que era Prior General de la Orden del Carmen a mediados del siglo XII. San Simón Stock era inglés, hombre de gran santidad y devoción, que siempre en sus plegarias pedía a la Santísima Virgen que favoreciera a su orden con algún privilegio singular. Ésta se le apareció en el año 1251[2] portando en las manos el Escapulario y diciéndole “Este es para ti y los tuyos un privilegio: quien lo porte será salvado del fuego del Infierno”. El Escapulario es también signo de Consagración a Cristo imitando a María y signo de la protección y predilección de la Virgen.

En principio esto se refiere a los religiosos carmelitas que permanezcan fieles a su vocación; posteriormente el uso del escapulario del Carmen se extendió ampliamente entre los laicos como un sacramental. En cuanto a la naturaleza de la espiritualidad asociada con el escapulario, la formulación tradicional de la promesa del escapulario es: “Toma este Escapulario. Quienquiera que muera llevándolo no sufrirá el fuego eterno (el Infierno). Será un signo de salvación, de protección en el peligro y promesa de paz”.

A veces el escapulario ha sido mal interpretado, como si el solo uso, sin un compromiso de vida cristiana, contuviera en sí mismo la salvación, pero esto significa no entender la naturaleza de la espiritualidad del Escapulario: la salvación del Infierno, que promete el Escapulario, debe estar acompañada y precedida por una vida cristiana, por una vida en la que el cristiano verdaderamente se empeñe en evitar el pecado y vivir en gracia, observando los Mandamientos de Dios y los consejos evangélicos de Nuestro Señor Jesucristo. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que los sacramentales como el escapulario no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con a ella.

Los creyentes en las promesas tradicionales del escapulario, sostienen que la intercesión de la Virgen asegura la conversión, la perseverancia final y/o los ritos de extremaunción o confesión, que de esta manera aseguran las promesas del escapulario al portador. En el extremo opuesto a quienes desean usar el Escapulario de la Virgen del Carmen, según San Claudio de la Colombiére -director espiritual y confesar de Santa Margarita María de Alacquoque-, se encuentran las almas impías y faltas de fe que desprecian y rechazan las promesas de la Virgen y por esto mismo se rehúsan a portarlo. También según el mismo santo, en los casos de pecadores impenitentes, el escapulario, de alguna manera, desaparecerá del portador, de ahí la necesidad de portar el Escapulario con fe, devoción, piedad y amor a Nuestro Señor y a la Virgen Santísima.

Creencias asociadas con el Escapulario.

Según las múltiples referencias relativas al Escapulario, se relata que las Benditas Almas del Purgatorio fueron sacadas del Purgatorio por la Virgen, acompañada de San Miguel Arcángel, de San Gabriel y llevadas ante la Presencia de la Santísima Trinidad, por el hecho de haber usado piadosamente el Escapulario en esta vida terrena. Estas narraciones son acordes a lo que se denomina “Privilegio sabatino”, reservado a los portadores del Escapulario y que consiste en que la Virgen en persona desciende al Purgatorio para sacar a las almas que hubieran vivido en la tierra cumpliendo las condiciones que implican el vestir el Escapulario de la Virgen del Carmen. Además, la Iglesia insta a los carmelitas el predicar que los méritos de María y su inmaculada intercesión ayudará a aquellos que “dediquen su vida a la caridad, hayan portado en vida el escapulario del Carmen, hayan observado la virtud de la castidad, hayan recitado el Pequeño Oficio de Nuestra Señora, o si no pueden leer, hayan observado las fiestas de la iglesia y se hayan abstenido de carne los miércoles y los sábados”. Actualmente, la Orden del Carmen, recomienda la creencia en la oración y la intercesión de la Virgen en la asistencia a las almas y encomienda especial devoción a María especialmente aquellos sábados litúrgicamente dedicados a Ella.

Por último, un elemento esencial de la espiritualidad del Escapulario es que quien usa el Escapulario, está consagrado a María Santísima[3], lo cual significa un gran compromiso de vida cristiana, porque implica imitar las virtudes de la Virgen: pureza de pensamiento, palabra y obra; aceptación humilde de la Cruz; caridad extrema con todo prójimo, especialmente los más necesitados; amor piadoso a su Hijo Jesucristo -sobre todo en el Santísimo Sacramento del altar, en donde Jesús está en Persona- y así con todas las virtudes.

 


[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Escapulario_del_Carmen#:~:text=Origen%20e%20historia%20de%20la%20devoci%C3%B3n,-En%20su%20origen&text=La%20tradici%C3%B3n%20nos%20dice%20que,pero%20no%20el%20d%C3%ADa%20preciso.

[2] La tradición marca el año 1251, pero no el día preciso. La fiesta del 16 de julio (aunque muchos creen que se apareció ese día) tiene origen en una fiesta antigua de los Carmelitas para dar gracias a la Virgen por su patrocinio. Después se convirtió en la fiesta titular.



[2] www.corazones.org

[3] Así, en el año 1951 el Papa Pío XII escribió una carta apostólica a los Carmelitas en el VII centenario de la visión de San Simón Stock, en la que les recordaba que el escapulario es para los carmelitas un signo de su consagración al Sacratísimo Corazón de la Inmaculada Virgen.

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