¿Por
qué María es Reina de la paz?
María
es Reina de la paz porque por Ella nos vino el Rey de la paz, Cristo Jesús,
quien con su Cuerpo crucificado, abatió al muro de odio que se alzaba entre los
hombres, y con su Cuerpo sacramentado, dona a los hombres su Espíritu, el
Espíritu Santo, el Amor de Dios, que los une a Dios y a los prójimos en el Amor
Divino.
María
es Reina de la paz porque siendo la Madre de Dios, fue hecha partícipe de la omnipotencia
divina, y por este motivo, ante su presencia y ante su solo nombre, el infierno
entero tiembla de terror y huye despavorido, porque Ella es la “Mujer del
Génesis” que, con su delicado pie femenino, aplasta la cabeza soberbia del
Dragón infernal (cfr. Gn 3, 15),
instigador del odio, la guerra, la división y la muerte entre los hombres, y
así, al aplastar la cabeza de la Serpiente, promotora de guerras y discordias,
la Virgen, María Santísima, es Reina de la paz.
María
es Reina de la paz, porque a través de Ella, que es la Medianera de todas las
gracias, nos llega la gracia santificante, que concede al alma la verdadera
paz, la paz de Jesucristo, la paz profunda del espíritu, la paz que sobreviene
al alma cuando por efecto de la gracia, el alma se ve libre de aquello que le
quitaba la paz y la volvía enemiga de Dios, el pecado, al tiempo que la hace
partícipe de la vida feliz que brota del Ser trinitario de Dios, y así es como
el alma se alegra y reposa y recibe consuelo, y vive en la paz de Cristo Dios,
porque María, Reina de la paz, ha intercedido por ella, para que reciba la
gracia santificante.
María
es Reina de la paz porque Ella, que es Madre de Dios, es también Madre de todos
los hombres, y puesto que se convierte en Madre de todos los hombres al pie de
la cruz, es allí donde concibe virginalmente y da a luz milagrosamente, en su
Corazón Inmaculado, a sus hijos adoptivos, que son los hijos de Dios, que
provienen de toda raza, de todo lugar y de todo tiempo; allí, al pie de la
cruz, y luego de concebir a sus hijos al adoptarlos por el Amor que inhabita en
su Inmaculado Corazón, la Virgen los alimenta con el Pan de Vida eterna, con la
Carne del Cordero de Dios, y les da a beber unas gotas de Vino y un poco de
Agua, la Sangre y Agua que brotan del Corazón traspasado de su Hijo, y así la
Virgen se convierte en Reina de la paz, porque este alimento celestial con el
cual Ella nutre a sus hijos, es la Eucaristía y la Eucaristía es Jesús, Dios
Encarnado, Rey de la paz, que dona su paz a los hijos de Dios.
Por todos estos motivos, María es Reina de la paz.
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