Fiesta: 1 de enero
Descripción de la imagen
La Virgen, que
sostiene entre sus brazos al Niño Dios, mira hacia adelante, hacia un punto
indefinido, meditando en la futura Pasión de su Hijo. Lleva un hábito negro que
desde la cabeza cae sobre los hombros y cubre el cuerpo entero. Tiene ribetes
dorados, y tres estrellas, una en la frente y las otras dos en los respectivos
hombros, aunque la estrella del hombro derecho no puede visualizarse, debido a
que está oculta por el Cuerpo del Niño
Jesús. Abraza a su Hijo con gesto dulce, delicado, maternal, dando origen a uno
de los nombres del icono: “Nuestra Señora de la Ternura”. El Niño, a su vez, se
aferra a su Madre con fuerza y con ansias: su brazo derecho busca el hombro
izquierdo de la Virgen, mientras que con el brazo izquierdo busca rodear su
cuello. El Niño viste una túnica dorada, símbolo de la divinidad que posee
desde la eternidad, al ser engendrado como Dios Hijo –no creado- por Dios
Padre.
Como todo icono, este
lleva también las inscripciones en griego, cerca de los protagonistas del
icono, para identificarlos. En este caso, MP OY [Mater Theou]: Madre de Dios, y
IC XC [Iesus Jristos]: Jesucristo.
El fondo del icono es
de color dorado, representación, al igual que el vestido del Niño, de la
divinidad.
Significado espiritual de la devoción
En este ícono, llamado “Nuestra Señora de la Ternura ” y también “Madre
de Dios de Vladimir”, la Virgen
nos habla de la Trinidad ,
representada en las estrellas que forman, en su disposición, entre su frente y
sus hombros, un triángulo. Las estrellas, que son tres en total, se disponen en
el velo que cubre la frente, y en el velo que cae sobre sus hombros.
A través del ícono, la Virgen nos habla de la Trinidad por un doble
camino: por un lado, Ella es el Tabernáculo Sagrado en el cual inhabita Dios
Uno y Trino; por otro, Ella es el Portal de la eternidad, por el cual el
misterio de la
Santísima Trinidad se nos hace presente y visible en su Hijo
Jesús.
Las tres estrellas en María Santísima nos hablan
entonces del misterio de la Santísima Trinidad , misterio que inhabita en Ella
y que por Ella nos es revelado, manifestado, comunicado y donado. El misterio
de la Trinidad ,
insondable e inaccesible, se nos hace presente y vivo a través de María, porque
es por Ella por quien la
Trinidad decide iniciar su plan de salvación y redención.
Cada una de las estrellas representa a una Persona de la Trinidad : la de la
frente, al Padre; la del hombro izquierdo, al Espíritu Santo, y la del hombro
derecho, a Dios Hijo. La estrella que corresponde al hombro derecho, en donde
se encuentra el cuerpo del Niño Dios, no se ve, y no se ve por este motivo:
porque está oculta por la figura del Niño.
Es decir, el Niño, que está en brazos de María, más específicamente
en el brazo derecho de la
Virgen , oculta la estrella derecha de su manto, pero este
ocultamiento, lejos de ser un ocultamiento, como pudiera parecer, es en
realidad una manifestación, porque la estrella, que simboliza a la Persona Divina del
Hijo, se ha manifestado ya en la carne y en el cuerpo del Niño Dios y se ha
hecho visible en su misterio oculto.
Antes de la Virgen María , la estrella que se ubica en el
hombro derecho de su manto, esto es, Dios Hijo, permanecía como estrella;
ahora, a través de la
Virgen María , la
Estrella se nos revela en su esplendor, en su majestad, en su
magnificencia: esa estrella oculta, que ahora se revela, es el Niño Dios, Jesús
de Nazareth, Aquel que luego, ya adulto, dará su vida en la cruz por amor a
nosotros.
El ícono, además de llamarse “Madre de Dios de
Vladimir”, lleva el nombre de “Nuestra Señora de la Ternura ”, no sólo por la
ternura y el amor que la Virgen
demuestra al Niño, quien la abraza a su vez con amor, sino porque la ternura
infinita y el amor infinito y eterno de Dios Uno y Trino por la humanidad se
materializan en la Virgen
y en su Niño, puesto que ellos son el don del amor divino para la humanidad.
Otro elemento para rezar con este ícono son las manos
de la Virgen :
con su mano derecha, sostiene a su Hijo, y con su mano izquierda, lo señala.
Estos dos actos de la Virgen
relacionadas con su Niño son en realidad actos dirigidos también a nosotros:
así como sostiene a su Hijo, así nos sostiene a nosotros, que somos hijos de
Dios por el Bautismo, y su gesto de señalar a Jesús, es para que nosotros
sepamos que sólo unidos a Él, en el amor de Dios, habremos de salvarnos; sólo
por Él, y en Él, llegaremos al cielo, a la comunión con el Padre, en el Amor
del Espíritu Santo.
Oración a Nuestra Señora de la Ternura
Oh
Madre de Dios,
Nuestra
Señora de la Ternura,
Que
llevaste en tus brazos
A
Jesús, el Niño Dios,
Dios
hecho Niño
Sin
dejar de ser Dios,
Y lo
confortaste con la dulzura interminable
De tu
maternal Corazón Inmaculado,
Cuando,
angustiado al entrever la Pasión,
el
Niño buscó refugio en Ti;
¡llévanos
también entre tus brazos,
Oh
Santa Madre de Dios,
a
nosotros, pobres pecadores,
para
que las tribulaciones de la vida
no
nos aparten nunca
de la
Cruz de Jesús. Amén.
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