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sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Por qué creó Dios a la Virgen Inmaculada?



         Porque quería que su Hijo, al venir a esta tierra para salvarnos, no extrañase el cielo eterno, que es su seno de Padre eterno, en donde vivía feliz en inmensos e infinitos mares de felicidades, de alegrías y  ternuras, y para eso creó a la Virgen Inmaculada, para que su seno virginal fuera como otro cielo, en la tierra, en donde encontrara todas las felicidades y los mares inmensos e infinitos de felicidades, de alegrías y ternuras, las mismas que recibía de Dios Padre. Dios creó a la Virgen para que Dios Hijo, al encarnarse, al bajar del cielo eterno que es su seno de Dios Padre, a esta tierra, encontrara otro cielo en la tierra, el seno de la Virgen Madre, tan lleno de dulzuras y de amores celestiales como el de Dios Padre. Y para eso creó Dios  Trino a la Virgen Madre, para que su seno maternal fuera en la tierra como el seno del Padre era en el cielo,
         Porque quería que su Hijo, al encarnarse y bajar a este valle de lágrimas, no sintiera a menos la falta del Amor del Padre, Amor en el que Él vivía desde que fue engendrado desde la eternidad de eternidades; Dios quería que Dios Hijo, al venir a esta tierra, encontrara el mismo Amor con el cual Él como Padre lo amaba como Hijo desde siempre, y para eso creó a la Virgen, Llena del Espíritu Santo, llena del mismo Amor divino con el cual el Padre lo amaba desde siempre, en los cielos sempiternos; Dios Trino creó a la Virgen, para que Dios Hijo, al venir a este mundo, lleno de creaturas humanas frías e indiferentes, o distraídas por amores pasajeros y superficiales, encontrara una Creatura Perfectísima que lo amara con Amor perfectísimo, sin mezcla alguna de amores mundanos, profanos, superficiales o pasajeros, y por eso María, la Madre de Dios, es la Llena del Amor de Dios, la Llena del Espíritu Santo.
Debido a que el Ser trinitario es Inmaculado, purísimo, perfectísimo, sin la más pequeñísima y ligerísima sombra de imperfección, creó a la Virgen Inmaculada, purísima, perfectísima, sin la más pequeñísima sombra de imperfección, para que cuando Dios Hijo se encarnara, y viniera a este lugar lleno de imperfección, no notara la diferencia, entre el seno purísimo del Padre, del cual procedía desde la eternidad, y el seno purísimo de la Virgen Madre, en el cual comenzó a existir en cuanto Hombre perfecto en el tiempo.
Dios Trino creó a la Virgen Inmaculada, para que Dios Hijo, al venir a este mundo, sumergido en las tinieblas de la ignorancia, del pecado y del mal, encontrara un seno luminoso, iluminado con la luz eterna del Padre, la misma luz en la cual Él vivía desde la eternidad en el Padre, una luz que no es inerte sino que es Vida y da Vida eterna, porque brota del Ser Trinitario que es luminoso, y así la creó a la Virgen, en quien no hay sombra alguna de mal, de error, de impureza, de pecado, de ignorancia, sino que en Ella brilla la misma luz eterna con la que el Padre iluminaba al Hijo, y el Hijo al Padre, la luz que es el Espíritu Santo.
Para eso creó Dios Trino a la Virgen Inmaculada.

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