MENSAJES DE PRADO NUEVO EN HTML
Revisados con el original
Prado Nuevo: Apariciones de la Virgen
en El Escorial
en El Escorial
Fresno de las Apariciones de la Virgen junto al pilón, donde
mana agua, en Prado Nuevo. El Escorial. Madrid.(Pulse para ampliar la foto).
Aquel día (14-6-1981), testimonia Luz Amparo que pudo contemplar a la Virgen de los Dolores sobre un fresno, que a partir de entonces se convierte en el centro de reunión de multitud de personas, a lo largo de los años, para orar con especial devoción, sobre todo la plegaria predilecta de María: el Rosario.
Nuestra Señora le pidió que se construyera allí una capilla en su honor para meditar la Pasión de su Hijo «que está completamente olvidada». Y añadió: «Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Este agua curará (se refiere a la que mana de la fuente que allí se encuentra). Todo el que venga a rezar aquí diariamente el santo Rosario, será bendecido por mí. Muchos serán marcados con una cruz en la frente. Haced penitencia. Haced oración».
Estos extraordinarios acontecimientos se fueron propagando con una resonancia constante y en aumento hasta saltar incluso nuestras fronteras. Muchas personas quedaron impactadas al visitar Prado Nuevo —lugar donde se reúnen los fieles diariamente a orar, y especialmente los primeros sábados de mes— porque han percibido algo especial difícil de expresar, que les ha alcanzado en su interior.
Visita del entonces Cardenal Arzobispo de Madrid,
D. Ángel Suquía y Goicoechea, a la Obra de la Virgen de El Escorial,
el 27 de diciembre de 1993. (Pulse en la foto para ampliarla).
Con posterioridad, D. Ángel Suquía, en respuesta a una carta en la que se le pedía precisara el contenido de la nota arzobispal, declaró rotundamente:
«Sean fieles a la Virgen e imítenla en su vida. La Iglesia ha dicho nada más que esto: todavía no consta. Esperen en paz. Oren. Sigan los santos consejos. Cordialmente»
10-3-1986, Firmado por el Cardenal D. Ángel Suquía.
El adverbio «todavía» dejaba abierto el camino para que la Iglesia pudiera hacer otra declaración en su momento. Es prueba de ello la Comisión actual establecida en la Archidiócesis de Madrid, que sigue trabajando para resolver el caso de Prado Nuevo y los mensajes.10-3-1986, Firmado por el Cardenal D. Ángel Suquía.
En otra carta posterior (7-1-1987), el mismo Cardenal Suquía explicaba el verdadero sentido de su nota e invitaba a que se recurriera al P. Alfonso María López, O. C., director espiritual de Luz Amparo, para aclarar cualquier duda:
«He recibido su carta del 15 de diciembre; pocos días después he estado hablando con el P. Alfonso López, O. Carm. No hay que extrañarse de las extrañas interpretaciones del documento (...). Son ustedes mismos los que han de difundir y explicar correctamente estos documentos. Háganlo con paciencia y amor. Hable de todo ello con el P. Alfonso, que le orientará sin duda. Con sincero afecto...»
Firmado por el Cardenal D. Ángel Suquía.
Hay un documento valioso que explica el alcance de la expresión «no consta». En Amsterdan (Holanda), de 1945-1959 se produjeron unas apariciones de la Virgen. En 1961, el obispo titular de la Diócesis de Haarlem (Holanda), declaró sobre su autenticidad: «No consta la sobrenaturalidad». Sin embargo, posteriormente, el 31 de mayo de 2002, el obispo correspondiente, J. M. Punt, tras una minuciosa investigación, declaró: «Consta la sobrenaturalidad», por lo que aprobó dichas apariciones de la Virgen en un documento oficial.Firmado por el Cardenal D. Ángel Suquía.
Enseguida, el 25 de octubre de 2002, la Comisión de acompañamiento del mismo Obispado hizo unas aclaracionesen las que presenta tres fórmulas canónicas a disposición de un obispo, cuando quiere pronunciarse sobre unas supuestas apariciones:
- «Consta la sobrenaturalidad», cuando esté comprobado el carácter sobrenatural de la aparición.
- «No consta la sobrenaturalidad», cuando no esté comprobado todavía dicho carácter sobrenatural.
- «Consta la no sobrenaturalidad», cuando se ha comprobado la ausencia de un origen sobrenatural.
Podemos afirmar sobre los hechos de Prado Nuevo que igual que ha sucedido en otras apariciones marianas aprobadas por la Iglesia, como las de Amsterdam en Holanda (31-5-2002) o Laus en Francia (4-5-2008), la falta de reconocimiento oficial en los inicios no significa rechazo por parte de la autoridad de la Iglesia, sino que supone un tiempo de espera en Dios, mientras la Iglesia culmina el estudio de los hechos, para dar un juicio definitivo. Solamente la Iglesia tiene la autoridad para declarar el carácter sobrenatural o no de lo acaecido en Prado Nuevo.
Por tanto, el Arzobispo D. Ángel Suquía:
- No negó que las supuestas apariciones y revelaciones de Prado Nuevo puedan ser sobrenaturales.
- Tampoco negó la libertad y el derecho que los fieles en general tienen para organizar actos religiosos, como Rosario, Vía Crucis, etc., y a asistir a los mismos en Prado Nuevo de El Escorial o en cualquier otra parte, con tal de que se respeten las leyes eclesiásticas y civiles.
- El «ruego encarecido» —nunca prohibición— de abstenerse de participar en los actos piadosos de Prado Nuevo, se limitaba a los sacerdotes, religiosos y religiosas, y con el fin de evitar que su presencia pudiera dar a entender que estos hechos gozaban ya de la aprobación oficial de la Iglesia.
Misa celebrada por D. Ángel Suquía durante su visita a la Obra
de la Virgen de El Escorial. Más arriba, otro momento de la visita.
(Pulse en cada una de la fotos para ampliarlas).
La evolución del entonces arzobispo de Madrid, D. Ángel Suquía, en relación con este fenómeno religioso, fue muy positiva y favorable. Siguiendo el criterio evangélico de Jesús: «Por sus frutos los conoceréis» (Mt 7, 16), reconoció dichos frutos y concedió diversas aprobaciones, a las que nos referimos en esta página web.
Un dato significativo sobre la importancia que tienen las apariciones de El Escorial, incluso fuera de España, es que en el 22º Congreso Mariológico Mariano Internacional, organizado por la Academia Pontificia Mariana Internacional de Roma, celebrado en el Santuario de Lourdes (Francia), del 4 al 8 de septiembre de 2008, se impartió una conferencia sobre las apariciones de El Escorial, titulada: «Los fenómenos aparicionistas de El Escorial: realidad y mensaje», que presentó de modo totalmente favorable un eminente teólogo, especialista en temas de Mariología.
Fresno de las Apariciones de la Virgen en "Prado Nuevo",
El Escorial (Madrid). (Pulse para ampliar la foto).
En la década de los ochenta, los primeros sábados, los peregrinos alcanzaron en ocasiones la cifra de cuarenta mil personas. En los arcenes de la carretera de Valdemorillo y en las calles de la villa escurialense, se aglomeraban los coches. Por los alrededores del Prado, se contaban, a veces, más de mil vehículos, con matrículas de todas las provincias de España, y centenares de autocares, entre los cuales, no faltaban los de otros países. Asimismo, un gran número de peregrinos se acercaban caminando desde la estación del tren.
Fotografía aérea de Prado Nuevo (El Escorial, Madrid) un primer sábado de mes.
Peregrinos cruzando las inmediaciones de Prado Nuevo
en El Escorial (Madrid), a principios de los años 80.(Pulse en cada una de las fotografías para ampliarlas).
A día de hoy, los peregrinos perseveran en su asistencia a Prado Nuevo, donde piden —como hijos— la intercesión y protección de su Madre; a veces, anhelando la curación de un ser querido gravemente enfermo, o la conversión espiritual de algún familiar alejado de Dios, o buscando gracias particulares, que les acercarán a la Iglesia y los sacramentos, a amar a Dios y al prójimo, a crecer en el amor a María, nuestra Madre. No son pocos los que, al encontrarse frente al fresno de la aparición, han experimentado una paz sobrenatural en su interior, como si se tratara de una suave caricia en el alma, regalada por la Virgen para serenar y consolar su espíritu.
A pesar de los años transcurridos, miles de personas, procedentes de diversas partes del mundo, siguen peregrinando a este lugar, especialmente los primeros sábados de mes, para elevar sus oraciones a la Madre del Señor, y recibir abundantes gracias.
Peregrinos en los alrededores del lugar.(Pulse para ampliar la foto).
Rezando en Prado Nuevo. (Pulse para ampliar la foto).
Algo que no podemos olvidar es la sintonía con la Iglesia de los peregrinos que acuden a El Escorial. Hasta el presente, se han sometido en todo a las disposiciones que la Iglesia, representada en la Archidiócesis de Madrid por el Cardenal D. Antonio Mª Rouco Varela, ha tenido a bien disponer, porque en este lugar de gracias y bendiciones, que es Prado Nuevo, han aprendido a «amar a la Iglesia, amar a Dios, y a todo lo que compone el camino recto y seguro para llegar al Cielo» (La Virgen, 1-5-1999).
Para contactar con la Obra de la Virgen de El Escorial mandar un correo electrónico a info@pradonuevo.es.
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